viernes, 7 de enero de 2011

En las vacaciones leemos, narramos, vemos y vamos hacia El Viaje al mar




 El VIAJE AL MAR (JUAN JOSE MOROSOLI ) 1964; ED. GURI
Selecciòn de cuentos y relatos para niños

A pesar de que habìan resuelto partir a las cuatro, Rataplàn llegò a las tres. Era el primero en llegar. En el cafè habìa un solo hombre, setando al lado de la puerta, desconocido para Rataplàn, lo que quiere decir que no era del pueblo.
---Buen dìa, dijo aquèl al entrar
--- Bueno --- respondiò el otro y acercò una silla al recièn llegado como si lo conociera o estuviera esperàndole y, tras un silencio, agregò:
--- Madrugò, eh?  --- Si -- respondiò Rataplàn-- estamos de viaje a la playa. A què  playa ?  Hay màs de una ? Uff....Muchisimas No conoce el mapa ? -- No señor, no lo conozco -- Pues , playas hay muchisimas. Habrà, a nosotros nos lleva Rodriguez. No ve que nunca hemos visto el mar ? En ese momento llegaron el rengo "Siete y tres diez " con su perro y "Leche  con fideos" un hombre flaco, pàlido, con una barba negrisima, de ocho dìas, peòn de un horno  de ladrillos. Se sentaron junto a Rataplàn y el desconocido. Pidieron caña y al minuto ya estaban  participando familiarmente de la conversaciòn. El desconocido hacìa cuentos de tartamudo s con los que ellos se desernillaban de risa. Fue Rataplàn en el que tuvo que pedirle  al fin:  -- No haga màs por favor.....guarde alguno para la playa.
"Siete y tres diez" se asomaba de rato en rato a la puerta, nervioso por la tardanza de los otros excursionistas. Rodrìguez y el vasco Arriola llegaron cuando ya era dìa claro. Aquèl -- que era el dueño y el conductor del camiòn --- descendiò de este, dejò el motor en marcha y se sumò a la rueda. El desconocido --- que advirtiò la presencia de Arriola, se acercò a la puerta e imvitò:
--- Baje, tome una caña y nos vamos
--- El dìa va a estar bàrbaro e`calor --- dijo "Leche con fideos"
--- Si, nos va a sacar lonjas --- dijo Rodrìguez
Con dificultad, pues estaban muy pesados de caña, los que aguardaban en el cafè, subieron al camiòn. Despuès lo hiccieron Rodrìguez y Arriola, y partieron

El camiòn, un viejo Fort de bigotes, era uno de esos vehiculos que al marchar dan la impresiòn de andar atravezados,con un juego de adentro hacia afuera en las cuatro ruedas que paarecìa comunicarse al motor por sis explosiones fuera de ritmo. O tal vez, el motor por algùn milagro de la mecànica era el que imprimìa a las ruedas aquèl movimiento. A guisa de toldo  tenìa una malla de alambre tejido, pues Rodrìguez lo destinaba al transporte de gallinas.
Al lado de Rodriguez -- piloto por supuesto --- iba el Vasco
Rodriguez sentìa pasiòn por el mar. Cualquier pretexto le venìa bien para llegar a èl. No era pescador ni le atraìa el baño en las playas. Le gustaba el mar para verlo y sentarse a sus orillas, fumando en silencio, viendo nacer y morir las olas en un callado gozo.
"Siete y tres diez" era un viejo vendedor de billetes de loteria. Toda su familia la cosntituìa su fox-terrier al que habìa bautizado con el nombre de Aquino ---el ùltimo cuatrero-- como homenaje a èste y, ademàs, porque el perro no podìa ver a la policia. Apenas veìa un guardia civil huìa ladrando en señal de protesta. Esta agradaba a Siete y tres diez. Comentàndolo decìa que Aquino "en eso  salìa a èl"; ademàs tenìa la seguridad de que el can era un animal "fino, lo que se dice fino, pues tenìa el paladar negro y era rabòn de nacimiento" loq ue indicaba una segura aristocracia perruna.
Rataplàn habìa sido basurero y ahora estaba jubilado. Era sordo de un oido y le faltaban dos dedos de la mano izquierda.Se los habìa deshecho una màquina de alambrar siendo mocito. Al revès de Siete y tres diez hubiera sido feliz siendo soldado. El apodo le venìa de su costumbre de seguir al batallòn en sus desfiles por las calles del pueblo, repitiendo en voz baja el sonido del tambor.
     El Vasco Juan era un hombre callado. Cuando no habìa trabajo en el horno acompañaba a Rodriguez en sus viajes a las chacras. Cuando estaba borracho -- cosa que no ocurrìa muy frecuentemente-- se le veìa blafemar e insultar a un desconocido. No se sabìa de donde habìa venido cuando llegò al pueblo.Los del grupo suponìan que estos insultos iban dirigidos a  alguien, a quien habìa conocido antes, valla a saber donde, pues nunca se lo preguntaron. Sabìan que no hay nada màs sencillamente complicado que un vasco. Y que solo un vasco --- a pesar del alcohol-- es capas de guardar un secreto y hacerse enterrar con èl. Tomaron el camino de la sierra, el que termina en Pan de Azùcar, con sol alto ya. Fue aquì que Rataplàn recordò los viajes que hacìan los estudiantes y propuso que se cantara algo. Ninguno sabìa canciòn alguna, con excepciòn del desconocido que sanìa muchas,pero todas incompresniblñes para ellos. Al fin coincidieron en Mi Bandera. Rataplàn,a pesar de su parcial sordera, era que el que llevaba el compàs con la mano y el ùnico que cantaba. Los  otros tarareaban y el desconocido imitaba un trombòn. Cuando hacìa una variaciòn macarrònica, los otros reìan estrepitosamente interrumpiendo el canto. Cuando llegaron a un trozo de camino plano, Rodriguez detuvo el camiòn.
-- Parece una bolsa de gatos --- dijo. Prendiò un cigarro, dio dos o tres puntapies a las gomas del automòvil y preeguntò : --- Y para què cantan si no hay nadie? -- Cantamos como los estudiantes cuando salen por ahì-- respondiò Rataplàn  --- Pero ellos cantan en la calle para que los oigan los otros --- insistiò Rodriguez.
El desconocido dijo entonces --- Se canta para uno....Por cantar.... a veces estoy solo y canto. Rodriguez se dio cuenta que el hombre era medio raro y recièn se le ocurriò pensar porque estaba  allì con ellos camino de la playa. Al reiniciar la marcha se lo preguntò al Vasco.
El Vasco  señalò a los que iban en el camiòn y dijo --- Ellos.....yo vine contigo.--- Ellos? y el camiòn es de ellos? no fui yo quien invitè? Ahì tenès.
El camiòn marchaba. El sol estaba alto. Dentro solo se oìa al desconocido cantando una canciòn en idioma extraño. de ritmo lento y triste. Los otrso abrumados por el sol y la caña cabeceaban somnolientos. El acmiòn seguìa jadeando, camino adelante.Reververaba el sol. Algùn pàjaro carpintero dejaba oir sus gritos que razdaban la soledad. Algunos ruidos metàlicos de èlitros le daban a èsta una dureza febril y reseca. A veces pulsaba la ardiente distancia el canto de la cigarra. Algùn àrbol Sombra de Toro  se achaparraba en los flancos del camino que descendìan erizados de piedra mora y tunas "cabeza de negro". Muy lejos, en el tèrmino del descenso de la cuchilla, espejeaba  algùn pequeño cuenco azulado, presencia de una cañada que enseguida desaparecìa corriendo bajo la red de berros y espadañas.
,dejando como señal de su camino un trrozo verde oscuro, jugoso y sedante en la pastura reseca y azufrada del resto del campo. Llegaban ahora frente a un desuñidero de carretas. Una decena de àrboles daba sombra a viejos fogones sembrados de huesos. Rodriguez detuvo el vehiculo nuevamente.
Por el tubo del radiador ascendìa una nube de vapor.
---Alcanzà la damajuana ordenò Arriola. "Leche con fideos" la puso en manos del Vasco. Este la sacudiò. El recipiente estaba casi vacio. --- No tiene casi -- comentò el Vasco y la entregò a Rodrìguez. -- Pero amigo, exclamò este indignado--- seràn tan degenerados estos tipos ? Descendiò y se dirigiò a los hombres. --- !Tendrìa que bajarlos a patadas por sinverguenzas! --- callò un segundo y mirò al desconocido ¿Y a Ud quièn lo invitò? Los señores ---dijo,  y continuò. Yo no tomè una gota ademàs....Rodrìguez vaciò el resto de la damajuana en  el radiador. --- Dale manija --- ordenò el Vasco. Este dio dos o tres vueltas a la manivela pero el motor no despertò. Luego repitiò la maniobra sin resultado. Rodriguez fuera de si se enacrò con el grupo --- Bajense, plastas -- dijo- Uno tras otro recibìan la manivela y ponìan mano a la obra. Tras un esfuerzo que los dejaba congesonados iban subiendo otra vez ala camiòn.El Vasco volviò a recoger la herramienta.Fuera de si, dio como veinte vueltas al hierro,hasta que Rodriguez lo detuvo ---Parà, parà. Sos capas de desarmarlo. Despuès levamtò el capot. El Vasco, inocentemente y recordando alguna frase oìda en circunstancia parecida, preguntò a Rodriguez --- No estarà frio ? Rodriguez se volviò "hecho una vibora" --- Porque no te vas a la grandisima perra? El pobre Vasco se sentò humildemente en el suelo mientras Rodriguez  levantaba la tapa que cubrìa el motor.Tocò aquì y allà. Destornillò tuercas, uniò y desuniò cables sin resultado. Entonces, el desconocido se ofreciò. Quiere que pruebe yo?  Tocò u na pieza y se dirigiò al Vasco. Me hace el favor? El hombre dio un golpe de manija y el motor empezò a marchar. El rengo, Leche con fideos y Rataplàn empezaron a aplaudir.
El camiòn siguiò huella adelante.Serìan las once, casi las doce, cuando Rodrigurez advirtiò  que el radiador habìa agotado el agua pues ya no salìa vapor. Ademàs ya no podìa soportar el calor  que ascendia del motor. No podìa soportarlo en los pies. ---Tenemos que echarle  agua dijo--- no podemos seguir màs. Pero el camino seguìa por el lomo de la cuchilla. Por un plano muy tendido descendia èsta.Casi borradas, como cicatrices de la luz brutal,se veìan allà abajo las manchas verdes de la vegetaciòn que anunciaba el nacimiento de las vertientes.. Rataplàn parado sobre un cajòn mirò hacia allà y comentò: ---Ta feo pa bajar y subir con agua. Rodriguez recordò lo de la damajuana: ---Culpa de Uds degenerados....Bueno, terminò, vamos a seguir despacio El sol ascendìa implacablemente mientras la damajuana de caña  descendìa tambièn implacablemente. El perro, echado en el centro del piso, jadeaba con agitaciòn creciente. Ratapl+an lo observ+o y comentò: No se pondrà a rabiar este infeliz?  El desconocido lo mirò y exclamò: ---No tenga miedo....mientras estè la lengua hùmeda no hay peligro. El rengo le sonriò agradecido. Bajo un grupo de canelones al borde mismo del camino habìa desuñido una carreta, El carrero habìa hecho fuego y aprontaba el mate. Los bueyes bajaban lentamente por el declive àspero hacia las aguadas perdidas en el españadal del bajo. El carrero, en cuclillas, parecìa no haber visto y oido la llegada de los excursionistas. Rodriguez bajò y se acercò al hombre: ----Buen dia amigo -- le dijo El hombre moviò la cabeza. Si dijo algo Rodriguez no le oyò. Tras un silencio preguntò: No hay agua por aquì? ---Atràs--- respondiò el otro.Rodriguez dio un rodeo y volviò a enfrentar al otro: ---No vi--- dijo.El carrero enderezo el cuerpo, caminò unos pasos,se agachò un poco evitando las espinas de un tala y señalando una roca hendida coronada por un coronilla retorcido, señalò: !Allì! Un hilo de agua se deslizaba por la frente de la roca y caìa en una pequeña olla colmada. Rodriguez casi corriendo de alegrìa se dirigiò al grupo. Bajen, bajen! Hay agua a patadas! Bebieron todos, Despuès el perro. Luego refrescaron cabeza y cuello entre risas y carcajadas. Al fin empezaron a llenar la damajuana que vaciaron, una, dos , tres veces en el radiador hasta que èste enfriò completamente. ---Bueno, hablò Rodriguez --- a bordo otra vez!. Cuando estuvieron arriba, Leche con fideos sintiò un olor desagradable. Le preguntò al desconocido. Ud . no siente olor feo? ---Sineto, hace mucho rato que siento. Intervino Rataplàn.--- Es la carne, jiede que se las pela. Y entonces, Siete y tres diez, dejò caer esta observaciòn: ---!Mire  que la carne cuando jiede, jiede! Habìan andado media hora cuando divisaron una mancha  negra violenta y prendida como un remiendo en el espacio dorado y reververante y como movido  por una brisa que llegara desde abajo, del mèdano tendido. ¡Allà es! dijo Rodriguez. Los de adentro iniciaron, entonces un nuevo coro lleno de desmayos e interrupciones.

Iban semiacostados en el piso. Solo el desconocido, tocando su trombòn y haciendo sus vatiaciones llenas de gracia, se mantenìa de pie. Ahora, si. Habían llegado. Al borde del monte de eucaliptus y pinos se detuvo el camiòn.Hemos pasao de todo--- comentò Rodriguez. !Pero ahora van a ver lo que es el mar! Tirò el saco y la camisa en el cèsped, hinchò el pecho de sudor y volviò a hablar. 1Esto es vida ! Mirò el mar amorosamente y exclamò. !Es loco que està lindo! El ùltimo en baje fue Siete y tres diez, Apenas pudo hacerlo con el perro en brazos. Apenas este todò tierra, levatò la cabeza y como atacado sùbitamente por alguna droga desconocida iniciò una carrera frenètica hacia el mar. Siete y tres diez lo vio alejarse con estupor. Luego comprendiò la razòn de la fuga y corriò detràs de èl gritando a todo pulmòn: no tomès de esa que es salada. No  tomès que es salada....repetìa. Y se fue tràs el perro. Entre un revolcòn y otro, el remgo con su marcha despareja levantaba una nube de arena. Caìa grotescamente mientras seguìa gritando. Al fin el rengo y los gritos se perdieron tras el mèdano. Los del grupo reìan a carcajadas. Rodriguez ya dueño de la inmensidad lloraba de risa.---Ay mi Dios decìa, esto es de màs....Es de màs. Despuès fueron todos a la cachimba a refrescarse y a traer agua. Ya ardìa el fogòn. El Vasco lavaba por quinat vez la carne descompuesta. Vieron entonces llegar al rengo con el perro en btazos. El animal aparecìa hinchado, con la barriga como odre, a punto de reventar.
---Parece un perro de goma-- comentò el desconocido ---¿Lo trajiste para aprender a nadar? preguntò Rodriguez. Y coemnzaron a reir otra vez a carcajadas mientras el renog miraba cariñosamente el perro tendido en la gramilla.
--- No se asuste ----  consolò el desconocido a Siete y tres diez --- el agua salada no mata, es un purgante.
Al rato llegò un hombre del lugar. Jinete en un caballo arenero de vasos como platos, venìa a ofrecerse por si necesitaban alguna cosa. Lo manadron al boliche por caña y vino. Todos se sentìan feclices. Estaban en paz. Gozaban de aquèlla brisa que luego del viaje accidentado y ardiente resultaba deliciosa.
Con la excepciòn de una discusiòn entre Siete y tres diez y Leche con fideos, que sostenìa que la guerra de 1904 habìa empezado despuès que la de 1914, a la que puso fin Siete y tres diez generosamente dàndole la razòn, todo marchò maravillosamente bien, Habìan almorzado, habìan sesteado, Tomaron mate, se refrescaron en la cachimba. Conversaron. Aprontaron el mate nuevamente. Rodriguez, luego de hablar mucho del mar, se dirigiò a la costa.
Estuvo allì un largo rato callado, abstraido.Fumando en silencio, mirando a la distancia remota, siguiendo el vuelo de las gabiotas, viendo morir y renacer las olas interminables. Los amigos lo veìan allì, sentado, quieto, solo frente al mar y la tarde que expiraba ya.
--- Que estarà haciendo? preguntò Siete y tres diez
--- Mirando el mar y nada màs --- dijo el desconocido
Si, pero con verlo una vez alcanza --- terminò Rataplàn

Como sus amigos -- los invitados para ver el mar -- no venìan, Rodriguez fue al fogòn a buscarlos.
--- Vamos.... --- dijo --- Los traje a ver el mar y Uds estàn aquì, bajo los àrboles.
Los otros no dijeron nada, Lo siguieron callados y pacientes.
--- El mar -- decìa Rodriguez --- es una cosa muy soberbia y bàrbara......Para mi es un misterio que no me puedo explicar.....
Los otrso siguieron callados tratando de saber a que conclusiones querìa llegar Rodriguez. Y tratando ademàs de explicarse porque èste les habìa hecho hacer aquèl viaje para ver el mar.Cierto era que ellos nunca lo habìan visto, pero bien se podìa comprender sin verlo que el mar es el mar. CONTINUARA






COMENTARIOS SOBRE EL CUENTO Y EL FILM
EL FILM:  EJERCICIOS DE ADIVINANZA   

FICHA TECNICA: Director : Guillermo Casanova; Mùsica: Jaime Roos; Año:......

ACTORES :

Quien es el cada quien del cuento, es el ejercicio que les proponemos. Rodriguez es Hugo Arana o viceversa; el Vasco, Hèctor Guido y los restantes, qui lo sa. Quienes JUCECA (Julio Cèsar Castro), Diego del Grossi, Julio Calcagno, Cèsar Troncoso ? Se ajusta el film al cuento? Què detalles, como si se tratara de comparar dibujos iguales de un periòdico, el film se despega y no es fidedigno al cuento? Nunca un cuento u obra literaria es traducible a un film en sus mìnimos detalles, personajes, tramas e imàgenes. Por eso el ejercicio es saludable de realizar. Lo pueden escribir en los comentarios. 

TRAMA E HISTORIA :

Por lo pronto el film se detiene e inspecciona en la sencilla historia contada sin muchos vericuetos. El cuento, al estilo de Morosoli, describe densamente el paisaje y sus personajes. No encontramos el desuñidero de carretas ni este punto, por ejemplo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Cuenta Conmigo tiene su propio Papà (Mamà) Noel

Este blog permanecerá con una ventana abierta de cuentos en enero y febrero.



Nosotras les deseamos FELICES FIESTAS y volveremos con actividades en


marzo.

ABRAZOS :    CATY Y ELSYE

POSDATA DEL REDACTOR: la ventana no la cerraremos aunque estemos de vacaciones y algunos cuentos se colaran por ella, seleccionados por mi, es decir, siempre con el acuerdo de estas maravillosas narradoras, Caty y Elsye



lunes, 3 de enero de 2011

Cuentos de NAVIDAD en el Centro Diurno Hospital Luis Piñeiro del Campo

21 de diciembre

En horas de la mañana,asistieron al Centro Diurno del Hospital las narradoras orales :Nelvy Regalo,Julia y Zulma Reinaldo,Eli Bello,Renée Saravia y Caty Vomero.
Se narraron"CUENTOS DE NAVIDAD".Intervinieron ,además de los narradores,leyendo y narrando,los usuarios:Raquel,Paula,Silvina y María Angélica.
Se destacaron los poemas de los usuarios Raquel Prat y Sr Troche del Pabellón C.y los cuentos "nochebuena en el bosque" de Julia Reinaldo y"La familia Ramos Montemuiño" de Eli bello donde se hizo un despliegue de juegos de los niños de hace muchos años:rayuela,payana,cuerda,bolitas,pelota de trapo y todos disfrutaron mucho.
En fin,los cuentos y los poemas de todos los narradores y usuarios,recrearon la cercanía de las fiestas tradicionales.

Nos retiramos contentos y pensando si volveremos ,como siempre,a compartir este espacio.

FELICES FIESTAS!!!!!!!!!!!!!!!!