viernes, 29 de enero de 2010

De viaje.....

Por cierto que los viajes que realizamos fueron muy divertidos y amenos y en ellos pude familiarizarme con los campos de Artigas, con sus subsuelos ricos de amatistas, de ñagatas, de piedras abrillantadas, sus bosques llenos de árboles y flores casi tropicales y sus ríos y arroyos ostentando eufóricas denominaciones guaraníes.
Recorrimos las colinas y las praderías de Salto, donde aún pastan los gamos ágiles y los ñandúes gambetentes, gozamos los perfumes de azahar de sus naranjales famosos y el espectáculos sonoro de las cascadas del Salto Grande del Uruguay, que tira un collar de piedra sobre la onda azul del río Padre, uniéndonos fraternalmente con la Argentina. En Paysandú, abundante de pastos para los ganados, vimos mañsa acentuada la labro dle hombre con los alfalfares de lindas flores violetas y las praderas de oro de los espesos plantíos de girasoles, que anuncian la existencia de las prolijas y fecundas colonias.
     Como en el Salto, laboriosas canteras de granito, vimos en Paysandú los hornos donde se fabrica la cal.
Rio Negro, Soriano y Colonia, a los largo del ancho Uruguay, lucen sus tierras pródigas, donde florecen los cultivos, que ya muestran un exuberante campo de maizales o una inmensa alfombra de lino, que, cuando florecen tan dulcemente azul, da la sensación de que la tierra madre tiene a un celo niño en la falda.
Con leves diferencias las costumbres por todos lados son idénticas.
Ls anchos predios slitarios, las tristes tierras que parecen abandonadas, alguna estancia entre una guardia de follaje y los ranchos humildes, oscuros, encogidos como un animalito qe se ha echado a dormir.
Alguna que otra escuelita perdida...... 
Flores, San José, Florida, Durazno.....Alternando con los campos poblados de ovejas, de toros, vacas y caballos, los cultivos, las plantaciones árboles,claros tranquilos,frescos -como remansos- los sauces, los álamos, los mimbres; oscuros de un sombrío y un bello  azul, los escasos pinares y los multiplicados eucaliptus, incensarios enormes, que emanan tónicos y perfumados efluvios.
Haciendo complicados arabescos se repiten los ríos, los arroyos y las cañadas, refugios de zancudas y palmípedas;moradas de lobos, de carpinchos y de nutrias de cueros preciados.....Ondulaban en las márgenes de aquéllos montes llenos de aves, desde las cotorras vocingleras hasta los jilgueros -- oro y ébano - pequeñitos y cantores.
Tacuarembó nos enseñó sus sierras abruptas y sus valles de florida dulzura idílica. Rivera sus feraaces tierras y la entraña óptima de su pecho donde abunda el oro. 
Cerro Largo y Treinta y Tres, participando de plácidos campos, de pintorescas cuchillas, de cerros caprichosos, con caudalosos ríos, alimentando desde la flora autóctona al naranjo y la yerba mate y de los limonares al arroz, que ama los teremos bajos y anegadizos, nos sedujeron con la poesía de su fino y tamizado color....
Lavalleja y Maldonado, uno mediterráneo, otro ya marino, bañado por el Río de la Plata - que ya recibe el salobre beso del océano- nos mostraron sus sierras hermosísimas que , aparte de su belleza panorámica y sus exelentes aguas minerales, celan canteras de coloridos granitos, de pórfidos, de mármoles preciados y minas de plata, de cobre , de plomo....
Canelones, laborioso y fecundo, que bien puede simbolizarse con el labriego sencillo, honrado y tenaz en su amoroso culto a la tierra, nos exhibió sus trigales dorados, sus viñedos ingentes, sus tabacales de anchas hojas, sus vastos plantíos de árboles maderables y frutales.
y Rocha, la de los tranquilos horizontes, el maravilloso encanto de su paisaje decorativo, con anchas lagunas serenas, con el magnífico océano azul y la gracia de sus palmeras de una armoniosa y elegante euritmia. 
     No dejamos de apreciar las azuladas serranías y los esteros de verde tan fresco y acogedor, hasta volverse asilo natural de patos, gallinetas, mirasoles, cirujanos, juan grandes y esbeltas y bonitas garzas blancas, grises, de hermosísimo plumaje rosado.
.....Me gustó Montevideo, su ambiente tibio y cordial, sus calles flanqueadas de árboles ---entre los cuales se habían deslizado algunos ejemplares indígenas --- sus fondos azules, su bahía de plata, sus costas, hasta su mismo Cerro que, por ser pequeño, y a pesar de ostentar su orgullosa fortaleza colonial, está expuesto a ser dominado por un ejército de casitas blancas que, desde su falda, se han lanzado, lenta y tesoneramente a su conquista.

MONTIEL  BALLESTEROS    QUEGUAY   El niño indio 

martes, 26 de enero de 2010

Adivinanzas

Estas parecen fáciles :

Mi primera es una pica
mi segunda es una flor
mi todo es una avecilla
de lindisimo color


Soy un señór encumbrado
ando mejor que el reloj
me levanto muy temprano y em acuesto a la oración


Pero ésta ?

Cuatro caballitos
que van para Francia
corren que te corren
y nunca se alcanzan

EL GRILLO   NRO  12     Noviembre  1951.

Y estas otras aún más fáciles ?

Blanca por dentro                                       
amarilla por fuera                                        
si quieres que te lo diga                                         
espera.... soy                                               


Verde, verde es su vestido
tiene barba y grandes dientes 
el no come y es comido
por toditos los presentes


Tengo hojitas blancas
gruesa cabellera
y conmigo llora
toda cocinera.