viernes, 22 de enero de 2010

La aruera

Vive en las comarcas del Uruguay, Argentina y Brasil, en los montes, cerros y sierras, una variedad de molle, llamado aruera mala, vocablo derivado del portugués aroeira (equivalente a lentisco) como asó se denomina en las tierras del Barsil, cuyas hojas son dobles, cortas,, con poca resina y sin adherencia a las prolongaciones de las ramas, sino sostenidas por un pedúnculo,a distancias pequeñas, con dos hijas opuestas y una en medio, simples o compuestas, de tres y a veces de cinco hojuelas.Son árboles diocios, de seis a ocho metros de altura, a los que se atribuyen propiedades capaces de enfermar a las personas que se guerecen bajo su sombra o que cortan o queman su madera. Las emanaciones de estos árboles suelen ocasionar inflamaciones, erupciones muy semejantes ak saampión, picazones, fiebres y mareos, causando hasta en ciertos casos la muerte, segun afirman nuestros paisanos y se ha escrito también en algunos libros, a título informativo.
Con el fin de evitar los males que causa la aruera, los paisanos recurren al remedio de la  simpatía pues para ellos es un misterio el origen de la emfermedad. Para la cura del mal tiene que ofercércele al enfermo una rama de aruera, a la que éste debe mirar no solo con respeto sino saludarla al revés; es decir,que si se por la mañana tendrá que decir Buenas tardes señora aruera; si es por la tarde Buenos días señora aruera. Luego de realizado ,este acto de sumision y acatamiento, se tira la rama; el enfermo quedaá curado cuando la rama se seque.Como medida de prevensión para evitar el mal se recomienda las mismas prácticas que para curarlo: cuando se va a cortar una aruera o se va a pasar por debajo del árbol, se le saluda también al revés, salutaciones que deeben expresarse con gran reverencia y no menor aternción.
Tal es la leyenda, desmentida en numerosos casos, por quienes han cortado, quemado y utilizado la aruera, los que sin cumplir con las fórmulas tradicionales, ningún daño han sufrido. No obstante, desde hace muchos años, persiste con la leyenda la tradición, y la aruera simper es motivo de temor en tierras uruguayas y brasileñas.
A pesar de su poder tiene su enemigo en otra planta parásita y trepadora, conocida con el nombre indígena de isipö )hierba del pajarito) nacida de semillas depositadas en sus ramas, las que se alimentan con su savia hasta que sus raívces llegan al suelo, pues es desde el momento en que logran hundirse en la tierra, que crecen y se desarroollan en tal forma que ahogan y matan a la aruera que les dio vida. Este hecho nos evoca el refrán conocido en nuestra campaña : cria cuervos y te sacaran los ojos. 

EL GRILLO   MAYO DE 1951